Comienza la temporada de visitas en El Hosquillo
El Hosquillo: la guarida de los osos en Cuenca
En el corazón de la Serranía de Cuenca, el Parque de El Hosquillo es un espacio natural ideal para observar una amplia variedad de animales característicos de la península ibérica. Osos, ciervos, corzos, gamos, jabalís, lobos, buitres, águilas… son algunas de las especies que el visitante puede presenciar a lo largo de una visita guiada ideal para disfrutar en familia.
Con una extensión de 910 hectáreas, El Hosquillo se ubica a 50 kilómetros de Cuenca, muy cerca de la localidad serrana de Las Majadas, en un abrupto valle por el que discurren el río Escabas y el arroyo de las Truchas.
Aunque en su origen (1964) se creó como Parque Cinegético Experimental, en la actualidad es una espacio dedicado a la conservación, investigación y educación ambiental. A aquella primera época corresponde uno de los reportajes que Félix Rodríguez de la Fuente dedicó a este lugar y que puede verse en el siguiente enlace: El hombre y la Tierra (Fauna ibérica) – El Hosquillo, osos.
Fauna
El Hosquillo permite al visitante conocer en semilibertad algunas de las especies cinegéticas típicas de la fauna ibérica. A lo largo de un agradable paseo por sus instalaciones veremos grupos de ciervos, gamos, lobos o jabalís, así como ejemplares de muflón o cabra montés. Incluso, podremos compartir el recorrido con un acompañante muy especial: la cierva Antonia.
En las escarpadas rocas calizas de este espectacular espacio es posible observar en su hábitat natural diversas aves protegidas, como águila real, halcón, buitre leonado o alimoche, además de otro buen número de especies de aves forestales que viven en los frondosos pinares de pino albar y negral del interior del valle.
La presencia de corrientes de agua también posibilita disfrutar de especies acuáticas como las nutrias o las truchas comunes.
Pero, quizás, lo que más llame la atención del visitante sea la última parada de la visita guiada: el Rincón del Buitre, donde habita una comunidad de osos pardos que, si tenemos suerte, abandonarán las zonas más escarpadas para dejarse ver junto al camino.
Con este reportaje de Castilla-La Mancha Televisión podemos hacernos una idea de los tesoros que guarda El Hosquillo en su interior y que bien merece la pena descubrir.
Museo y Centro de Interpretación
Además de su espectacular entorno y de sus singulares inquilinos, el Parque del Hosquillo cuenta con dos instalaciones que complementan la visita y que permiten profundizar en el conocimiento del entorno y de sus habitantes.
El Centro de Interpretación ofrece un recorrido interactivo por la biodiversidad del Parque mediante audiovisuales, fotografías, maquetas y distintos paneles multimedia.
Por otro lado, el Museo Cinegético acoge una muestra de las especies cinegéticas y protegidas más representativas de la zona.
Cómo visitar El Hosquillo
El Hosquillo no está abierto todo el año. En 2016, el periodo de apertura es del 19 de marzo al 8 de diciembre. Durante estos meses, se puede visitar los fines de semana y festivos, ampliándose los días de visita durante julio.
Habitualmente, hay un turno de visita por la mañana (11 horas) y otro por la tarde (16 horas), aunque dependiendo de la época del año pueden variar. Lo mejor para planificar tu visita es que consultes la página web del parque en la que también puedes realizar la reserva para visitar El Hosquillo.
Los precios de la visita guiada son de 10 euros para adultos de más de 15 años, 7 euros para niños de 7 a 14 años y de 5 euros para mayores de 65 años. Los menores de 6 años acceden gratis. También existen tarifas especiales para grupos organizados.
Todas las visitas son guiadas e incluyen el acceso al Centro de Interpretación y al Museo. En total se emplean entre dos horas y media y tres horas en hacer todo el recorrido.
Cómo llegar a El Hosquillo
Desde Cuenca, el camino más directo para llegar al Parque de El Hosquillo es a través de la CM-2110 –o la CM-2105 si se quiere salir de la ciudad por la hoz del Júcar-. Esta vía nos llevará hasta Villalba de la Sierra. A la salida de esta localidad, encontraremos un cruce en el que tendremos que tomar la dirección hacia Las Majadas. Desde este pueblo, cogeremos la CUV-9113 hasta un cruce a la derecha que nos indicará la dirección hasta la puerta del Parque de El Hosquillo.
En el siguiente enlace puedes ver la ruta desde el Hotel Plaza: cómo llegar a El Hosquillo.
Por el extraordinario entorno natural en el que se ubica y por la posibilidad que ofrece de conocer en semilibertad algunas de las especies más características de la fauna ibérica, incluidos lobos y osos, ambos en peligro de extinción, merece la pena programar una visita al Parque de El Hosquillo.
Si aún no lo tenéis claro, os dejamos algunas fotografías:
La laguna de Uña: un lugar para ver y escuchar
A tan solo 38 kilómetros del Hotel Plaza, en la misma carretera que da acceso a la Serranía de Cuenca (CM-2105) (cómo llegar), encontramos un rincón natural de singular belleza e interés natural: la laguna de Uña.
Ubicada dentro del Parque Natural de la Serranía de Cuenca, la laguna de Uña ocupa una extensión cercana a las 15 hectáreas. Sus aguas provienen del arroyo del Rincón -afluente del río Júcar- que, en un principio, se embalsaban de forma natural. En 1925, se levantó un muro de contención para triplicar su capacidad y permitir el abastecimiento al salto eléctrico situado en las inmediaciones de la localidad de Villalba de la Sierra. Hasta ese punto, el agua discurre junto a las rocas del desfiladero del río Júcar por un canal de unos 15 kilómetros de longitud. La laguna recibe también agua del cercano embalse de la Toba a través de un canal artificial.
Repleta de vegetación, al abrigo de las escarpadas rocas de origen kárstico características de la Serranía conquense, la laguna de Uña sirve de refugio para una amplia variedad de especies de fauna y flora y como lugar de paso y nidificación de diversas aves acuáticas. Pollas de agua, ranas comunes, patos cuchara, libélulas, cormoranes, ánades reales, ruiseñores, nutrias o truchas comunes son ejemplos de la amplia variedad de especies animales que podemos encontrar en este entorno conviviendo con endrinos, zarzas, juncos, chopos, sauces o cola de caballo. Esta importancia como punto de acogida de aves acuáticas en sus rutas migratorias o como lugar de sesteo, nidificación y cría hizo que la laguna de Uña fuese declara Refugio de Caza en mayo de 1988.
En este video de un minuto se puede apreciar la belleza de este admirable rincón y escuchar la variedad de aves que rompen su idílico silencio, todo ello conformando un prodigioso remanso de paz.
La laguna de Uña cuenta también con sus propias leyendas que le confieren un halo de misterio. Cuentan que sus aguas son habitadas por temibles bestias. Serpientes, lagartos o enormes pájaros son los protagonistas de los enigmáticos encuentros con jóvenes y mayores que narran los relatos populares.
Dejando a un lado las fantasías y retornando a la realidad, a escasos metros de la laguna, aguas arriba, se localiza la Escuela Regional de Pesca. Remontando un poco más el curso del arroyo, encontramos la Piscifactoría de Uña, un centro que, pese a haber perdido buena parte de su antiguo esplendor, aún sigue trabajando en la producción de trucha común.
Sendero del Escalerón a la Raya
Un sendero circular de 9 kilómetros, convenientemente señalizado, recorre este espectacular lugar. Se inicia junto a la misma localidad de Uña, en el centro de interpretación del medio acuático, siguiendo la carretera que conduce a la piscifactoría. En este trayecto, la laguna queda a la izquierda y es posible verla en toda su extensión desde un mirador ubicado a la salida del pueblo.
Un poco más adelante de la Escuela Regional de Pesca, la ruta comienza a ascender por un serpenteante camino entre una abundante vegetación hasta la zona conocida como El Escalerón, ubicada a unos 386 metros de desnivel sobre el camino por que el iniciamos la marcha. Desde este punto, una pista nos acercará hasta la parte superior de los cortados del valle desde donde podremos disfrutar del paseo con unas espectaculares vistas de Uña y su laguna. El último tramo del sendero atraviesa los cortados y desciende hasta la orilla de la laguna.
El recorrido , catalogado como de dificultad media, se completa a un paso cómodo en cerca de dos horas y media.
Junto a la laguna, la localidad que le da nombre también tiene interés más allá de su idílico entorno natural. Un paseo por sus calles nos permite conocer las típicas construcciones serranas y acercarnos a la iglesia de San Miguel Arcángel, levantada en el siglo XIII y restaurada en el XVI.
Aunque la mejor época para disfrutar de este entorno sea la primavera o el otoño, siempre es buen momento para acercarse a Uña y deleitarse con la ferviente actividad faunística de su laguna y los parajes que la rodean.