Llegó el otoño. Los árboles de las hoces del Júcar y el Huécar lo anuncian con los primeros tonos amarillos que van ganando espacio al verde de los últimos meses. Poco después, perderán sus hojas. En ese tránsito, la naturaleza ofrece un espectáculo para los sentidos. Es un momento ideal para disfrutar de Cuenca.
En la ciudad, se acaban de apagar los ecos de las fiestas de San Mateo y retorna la calma. Con las temperaturas más agradables y los días aún luminosos es posible deleitarse con un agradable paseo por las empinadas calles del casco antiguo, Patrimonio de la Humanidad.
Es un buen momento para subir a la parte más alta del barrio del Castillo y dejase embriagar por las vistas a las hoces que rodean la ciudad histórica. Y para callejear y acercarse a la historia de cada rincón, visitar alguno de los museos –Abstracto, Diocesano, Provincial, de las Ciencias, de la Semana Santa, la Fundación Antonio Pérez o la Caza Zavala, -, fotografiarse en el puente de San Pablo o en las Casas Colgadas, recorrer las naves de la Catedral y asomarse a la Plaza Mayor -con el Ayuntamiento al fondo- desde el recién estrenado mirador del triforio o probar la rica y variada gastronomía local en sus numerosos bares, restaurantes y mesones.
Los alrededores invitan al paseo y la práctica del senderismo, el mountabike, la escalada o el piragüismo.
Como decíamos al principio, es un momento ideal para que los amantes de la naturaleza gocen de los fantásticos parajes de la Serranía de Cuenca: el Ventano del Diablo, el Nacimiento del Río Cuervo, la Ciudad Encantada, las lagunas de Uña o de Cañada del Hoyo, la hoz de Beteta, las Torcas de los Palancares y otros muchos tesoros que esconde la provincia de Cuenca. También, es tiempo de berrea, de hongos y setas.
En nuestro viaje por la Serranía podemos acercanos a conocer los encantos de Las Majadas, Uña, la Vega del Codorno, Villalba de la Sierra, Valdemeca, Huélamo o Tragacete, por poner solo unos ejemplos. Tampoco es mala idea programar una visita al Parque de El Hosquillo, un espacio natural en plena naturaleza donde podemos presenciar ciervos, corzos, gamos, muflones, cabras montesas, jabalís, lobos, osos, águilas, halcones, buitres o búhos entre una amplia y variada vegetación conformada por pinos, quejigos, bujes, tejos o acebos.
Como ves, si estás pensando en visitar Cuenca, ahora es un buen momento.
