Hoy queremos hablaros de uno de los edificios más emblemáticos del casco antiguo de Cuenca: el Ayuntamiento.
Se trata de una construcción que, por su ubicación, no pasa desapercibida, pues constituye uno de los ‘cierres’ de la Plaza Mayor, destacando en este espacio junto con la catedral. Según el escritor conquense José Luis Muñoz, su disposición responde a la “idea de aumentar el sentido familiar, acogedor, de la Plaza”.
El edificio que vemos hoy, es una de las principales muestras del barroco en la ciudad de Cuenca. Sin embargo, no siempre fue así. El documento que sirvió como base para su declaración como Bien de Interés Cultural en 1997 recuerda que, desde el siglo XV, la “Casa del Ayuntamiento” estuvo en la Plaza Mayor, que por entonces se llamaba de la Picota. Sin embargo, no siempre estuvo en su emplazamiento actual.
Construcción original
El Ayuntamiento que hoy vemos data del siglo XVIII. En 1760 se iniciaron las obras siguiendo un proyecto de Jaime Bort –que por entonces ya había fallecido- y bajo la dirección de Lorenzo de Santa María, acreditado maestro de albañilería y cantería. Dos años después, las obras habían terminado, tal y como recuerda una inscripción en la parte más alta de la fachada. Unos años después, se decidió ampliarlo siguiendo un proyecto de Mateo López.
El edificio que ha llegado a nuestros días presenta una fachada con tres plantas a las que se adhieren dos cuerpos, uno a cada lado. La parte baja del edificio principal presenta una arquería abierta que la divide en tres partes y que posibilita el transito de vehículos y peatones para entrar y salir de la Plaza Mayor.
Esta misma división, pero con pilastras jónicas, se mantiene en la siguiente altura, considerada la planta noble, pues hoy acoge el salón del plenos y el despacho del alcalde. En la fachada principal aparecen tres vanos con un balcón corrido que se decoran con baquetones, pilastras y frontones curvos y rotos. Sobre esta planta se sitúa otra con seis ventanales.
El edificio está coronado por un “remate, a modo de peineta, que culmina con la figura de un león”.
En su parte de atrás, la que da a la anteplaza, el edificio presenta una configuración más clásica. Sobre los tres arcos inferiores, aparecen tres balcones y, sobre ellos, tres ventanas.
En la actualidad, el edificio del Ayuntamiento sigue manteniendo buena parte de la actividad administrativa de la gestión municipal y es utilizado para las reuniones de la corporación municipal, las audiencias del alcalde y un buen número de actos oficiales.